“Los Americanos se han vuelto, materialmente, los dueños del universo. Ellos han inyectado a todos los seres humanos el virus del consumismo. Vender no importa el que, pero siempre más, para ganar aun más.
Pero lo más grave no es esto.
Lo más grave es que para arramplar con avidez el dinero de la gente en el mundo entero, han tenido que crear, para las masas nuevas necesidades. Es lo que ellos llaman sociedad de consumo. El público maravillado lo compra todo, lo útil y lo inútil. El posible comprador es triturado cada día por la publicidad que alimenta sin pudor y sin tregua su manía compradora impuesta.
Este materialismo trepidante elimina o contamina todo lo que podría obstaculizar su expansión desenfrenada.
Ya no queda ni un solo valor moral que logre resistir a los ojos de los jóvenes.
La sociedad de consumo convirtió a la humanidad en una inmensa multitud materialista a la cual la idea de sacrificio le hace temblar.
Una guerra perdida, no es mortal. Pero en este caso es toda una manera de vivir la que ha sido destruida.
Hoy día se quiere vivir, es decir, vivir materialmente, atiborrándose de confort. Y lo demás,al diablo
Y el resto, efectivamente, se fue al diablo”.
