miércoles, 23 de diciembre de 2015

martes, 15 de diciembre de 2015

AVISO IMPORTANTE: LOTERÍA A.C. ASTURIES NON CONFORME

QUEDAN ANULADAS POR EXTRAVÍO 50 PARTICIPACIONES PARA EL SORTEO DE NAVIDAD DEL DÍA 22/12/2015.

DICHAS PARTICIPACIONES SON DE 5 € DE LOS CUALES SE JUGABAN 4 €, DEL NÚMERO 02155, NUMERADAS DESDE EL 551 AL 600.

Para más información: asturiesnonconforme@yahoo.es

martes, 8 de diciembre de 2015

EL MILAGRO DE EMPEL



Hoy 8 de diciembre, festivo en España, conoce por qué, no lo olvidemos y honremos a nuestros héroes:
1585.- El Milagro de Empel, habiendo ido a socorrer a las poblaciones católicas de Gelandia (actual Holanda), El Tercio Viejo al mando del Maestre de campo D. Francisco de Bobadilla está en una difícil situación, en la isla de Bommel, entre los ríos Mosa y Waal, el Almirante holandés Holak les tiene a tiro de los cañones de sus 10 barcos.
Holak, como toda Europa, era conocedor de como actuaban los Tercios y su grandeza en la batalla, por lo que les ofreció una rendición honrosa, la respuesta de Bobadilla fue: “Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos”.
Al oir la respuesta, Holak tiene una idea diabólica y abre un boquete en el dique del río Mosa, lo que provoca una rápida inundación y obliga a los 5000 infantes españoles a refugiarse en una pequeña colina llamada Empel.
Durante el sitio, un soldado rompió con un zapapico el hielo que cubría la trinchera, y al profundizar en la tierra se encontró una talla flamenca de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
A los gritos de júbilo de este soldado acuden sus compañeros, y, colocando la imagen de María Inmaculada sobre la bandera española, caen todos de rodillas y cantan la Salve.
Pronto llega Bobadilla, y, considerando el hallazgo de aquella imagen como señal de una próxima protección celestial, dirige a los soldados estas palabras: “¡Soldados! El hambre y el frío nos llevan a la derrota; el milagroso hallazgo viene a salvarnos. ¿Queréis que se quemen las banderas, se inutilice la artillería y abordemos de noche las galeras, prometiendo a la Virgen ganarlas o perder todos, todos, sin quedar uno, la vida?..."
"¡Sí, sí; queremos!", fue la unánime respuesta de aquellos héroes, decidiendo que al día siguiente atacarían, costase lo que costase.
En la noche del 7 al 8 de diciembre se produce un hecho insólito, bajaron tanto las temperaturas que se helaron las aguas del río Mosa, cuando amanece los españoles ven que pueden caminar sobre el hielo y atacan a los barcos holandeses causando el terror, incendian las naves y se apoderan de ellas, los holandeses huyen o mueren, no contentos con esto, el Tercio ataca el fuerte holandés sobre el Mosa y lo toma al asalto. La desbandada holandesa fue total en cuanto el fuerte cayó en manos españolas, entre los que huían se encontraba el almirante Holak dejando dos frases para la historia:
"Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro"; "cinco mil españoles que eran a la vez cinco mil infantes, y cinco mil caballos ligeros y cinco mil gastadores y cinco mil diablos".
La virgen de la Inmaculada Concepción fue tomada desde aquel día como patrona de los tercios y hoy en día es la patrona de la infantería española.
Es la única vez en la historia que unidades de infantería, han asaltado, a pie, barcos de combate.


viernes, 4 de diciembre de 2015

VIEJOS TIEMPOS


"...se baten espada en mano, no retroceden jamás; paran el golpe con el puñal que llevan siempre y cuando hacen con él gesto de tirar al cuerpo debéis desconfiar de la cuchillada; y cuando os amenazan con la cuchillada, debéis creer que quieren alcanzaros el cuerpo. Son temibles con la espada en la mano, a causa de sus puñales he visto varias veces a tres o cuatro españoles hacer huir varios extranjeros y echarlos por delante de ellos como a un rebaño de corderos...."

SANTA BARBARA

Santa Bárbara bendita

trailaralará trailará
Santa Bárbara bendita
trailaralará trailará
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

Traigo la cabeza rota

trailaralará trailará
traigo la cabeza rota
trailaralará trailará
que me la rompió un costeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
que me la rompió un costeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

Traigo la camisa roxa

trailaralará trailará
traigo la camisa roxa
trailaralará trailará
de sangre d’un compañeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
de sangre d’un compañeru, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.

Santa Bárbara bendita,

trailaralará trailará
Santa Bárbara bendita
trailáralará trailará
patrona de los mineros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo;
patrona de los minéros, mira,
mira Maruxina, mira,
mira como vengo yo.





miércoles, 2 de diciembre de 2015

GABRIELE D´ANNUNZIO

No sé. No pregunto. No indago la sombra.
Nada hacia acá, nada hacia allá del velo.
La mentira es la concubina del olvido.
En el atrio del templo está el comercio del dios.
Toda plegaria es medio óbolo de cielo.
Tumbado sobre mi lecho vilipendiado,
figura de bajísimo relieve,
ocupo la tumba sin tapa.
Ningún asceta en el fondo de su desierto
supo enflaquecer nunca como yo
supe enflaquecer. No tengo tapa alguna:
ni la cera para los cabos. No peso
en los brazos de los que, aunque dignos
de mí, no llorarán. Heme aquí ileso
entre el alba primera y la no primera muerte.
Así como el odio y el amor del destino,
siento desprecio por el pasado y el porvenir.
Si entre el odio y el amor del destino,
yo sin fe vivo y sin temor,
“pulvis et umbra”, polvo, no sombra,
sequedad que da y que no mengua,
¿por qué es para mí el alba imagen de muerte?
¿la una y la otra son para mí arte del cielo?
¿Y es medida por ambas mi frente?
El sueño extremo me consagra a Delos;
es el estatuario de mi perfección.
Ni vena de Carrara, ni de Paros;
ni alabastro ni cristal de roca:
una substancia de viviente hielo.
El alba huye de mi mito antelucano.
Aunque recuerdo aquel istmo arcano,
sin pentathlon y sin agonotetis,
sin la numerosa oda y la oliva
humilladas al jugador de lucha,
donde yo sólo me cantaré a mí mismo, invicto.
Gabriele D'Annunzio.