Aunque en general, la población de Oviedo respondió de forma valiente durante el Cerco, hubo también una parte de ella que procuró escabullirse de los puestos de peligro y, a la menor ocasión se refugiaba en los sótanos junto con las mujeres, los ñiños, los ancianos y los impedidos. Estas personas, se apresuraron a enchufarse en puestos burocráticos y solicitar medallas, mientras que los verdaderos defensores de Oviedo seguían luchando por los frentes de Teruel, en la Batalla del Ebro, e incluso, algunos de ellos, en la División Azul. A estos individuos se les llamaba con cierta sorna "los defendidos de Oviedo".
Ya los retrataba bien la versión del "Cara al sol", himno de la Falange, que circulaba por las trincheras, que empezaba y terminaba así:
"Cara al sol, al sol que más calienta
sentado siempre en el cafe
con mi barba de dos o tres semanas
¡ que bien presumire !
....
....
Y cuando luzca el sol de Primavera,
gritaré desde mi madriguera:
¡ Arriba y vamos a medrar,
que en España, es fácil despistar !.
Guillermo García Martínez "Los Defensores del Cerco de Oviedo 19-7-36 / 17-10-36"
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