viernes, 3 de mayo de 2013




«Esos que veis que maniatados llevan
Al bello Prado, que el placer formó,
Son los primeros corazones grandes
En que su fuego libertad prendió.
Vedlos cuán firmes a la muerte marchan,
Y el noble ejemplo de morir nos dan;
¡Sus cuerpos yacen en sangrienta pira!
¡Sus almas libres al Empíreo van!
Por mil heridas sus abiertos pechos
Oíd cuál gritan con horrenda voz:
¡Venganza, hermanos, y la madre España
Nunca sea presa de invasor feroz!
Entre las sombras de tan triste noche
Este gemido se escuchó vagar:
Gozad en paz, ¡oh, del suplicio gloria!
¡Aun brazos quedan que os sabrán vengar!»

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