viernes, 14 de octubre de 2011

ELOGIO A ESPAÑA

Texto leído el pasado 12 de Octubre en el acto que se realizó en Villaviciosa.



A ti, madre de hombres intrépidos y de mujeres creadoras de nuevos soldados.
A ti, sustentadora de esencias que hacen posible la palabra Patria; transformadora de deseos que enaltecen el alma y acarician la mente.
A ti, tierra que abriga nuestra historia, que cubre sus testigos, que resbala por sus montes y muere en nuestros ríos.
A ti que cuando no pudiste proteger a tus hijos, tu lecho para su descanso eterno ofreciste. Que tu brisa suave ayudaba a que las lágrimas por el hijo caído empaparan el suelo que un día juraron defender. Aquel donde brota la raíz que sujeta nuestra idea y enarbola sus principios.
A ti que vigilas nuestros pasos, velas nuestros sueños, que sufres las traiciones, que amparas nuestros actos.
A ti que con cada palabra y obra recordamos, te sentimos como nuestra y por ti morimos. Tu voluntad es nuestra ambición, tu anhelo nuestro cometido.
A ti que en Covadonga decidiste apostar por la unidad de los hombres y el unir de sus tierras, para que un único ente defendiera la raza que engendrase tu entraña.
A ti que en incontables episodios tu nombre maldicen, tu honra ofenden y a tu pueblo esclavizar pretenden.
A ti que tanta tristeza nos causas mas alegrías con creces superas. Que somos tu sangre quien sufre tus desdichas y nuestra carne tus heridas padece.
A ti que tu legado más preciado es la herencia que ofreciste. Hoy no te conocemos, tu alma se oculta tras un velo; un velo negro de tragedia, un velo negro sin recuerdo.
A ti que con angustiosa impotencia observas el fin de tu existencia. Que sientes como el veneno del sinsentido se extiende sin real resistencia.
Y esperas una respuesta, esa que nunca llega, la que la esperanza alberga. La que al infortunio venza. Esa que algunos tienen y pocos desean tenerla. La que acabe con tu injusticia y levante nuestra enseña.
Jamás permitiremos el quebrar de tu espíritu pese a que acabar con tu unidad el ignorante quiere ayudado por la inquina que su ser envuelve.
Eres España, nuestra bendita madre. Que con tus brazos todo el orbe abarcaste, la tierra y el mar abrazaste.
A ti, España, sagrada nación; vida nuestra; perfecta guerrera; incomparable soñadora; imparable creadora.
Por ti, España, lo damos todo pues por nosotros, todo has dado.



F.N.G.

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