viernes, 8 de febrero de 2013

LA FÁBULA DE LA MANADA DE LOBOS

Acabo de leer una fábula muy aplicable a la vida real. En la cual estamos perdiendo viejas normas, costumbres, conductas y valores. Empezamos modificando detalles que parecen irrelevantes y al final acabamos perdiendo la identidad. La fábula trataba de una manada de lobos que atravesaba un mal momento y llevaba mucho tiempo sin comer. El jefe tranquilizaba a sus compañeros y les pedía que tuviesen paciencia y esperasen, pues tarde o temprano se presentaría un grupo de jabalíes o ciervos, tendrían una caza abundante y se llenarían la panza. Un lobo joven, que no quería esperar, discurrió otra solución más rápida, y decidió salir del bosque para pedir comida a los humanos. El lobo viejo trato de disuadirlo, diciéndole que si pedía comida a los hombres cambiaria y dejaría de ser lobo. Pero el animal joven no hizo caso y replico con desdén que lo importante era llenar la tripa, aun a despecho de las normas. Y acto seguido partió para el pueblo. Los hombres lo alimentaron y cada vez que el joven lobo se sentía ahitó pensaba en regresar al bosque con sus congéneres, mas entonces le entraba el sueño y posponía el retorno. Y así siguió, hasta que olvido completamente la vida en manada, el placer de la caza, el gusto de compartir la presa con sus compañeros... Y empezó a salir a cazar con los hombres, a quienes ayudaba en vez de a los lobos, junto a los que había nacido y se había criado. Un día, estando de caza, un hombre disparó a un viejo lobo, que cayó herido, y cuando el joven lobo trataba de apresarlo con las fauces para llevárselo a su amo, reconoció al anciano jefe de la manada. Abochornado, no supo que decir He vivido como un lobo digno, cazé mucho y compartí mis presas con mis hermanos, y por eso ahora muero dichoso- dijo el lobo viejo, pronunciando sus últimas palabras. Tú en cambio, vivirás una vida ignominiosa, solo, en un mundo al que no perteneces, porque preferiste llenar la panza a llevar una vida de lobo digno y libre. Ahora eres un ser sin dignidad. Allá donde vayas te tratarán con desprecio, pues no perteneces ni al mundo lobuno ni al humano… Así aprenderás que el hambre viene y pasa, pero la dignidad, una vez perdida, ya no vuelve. Esta fábula trata de eso de perder la identidad emprendiendo un mal camino atraídos por falsos beneficios. Cosa que pasa mucho en esta sociedad en la que vivimos que bajo la ley del mínimo esfuerzo y del todo vale, en este caso no para alimentarse, pero si para enriquecerse hacemos lo que sea. Este es el camino que ha tomado esta sociedad capitalista y multicultural para hacernos perder nuestra identidad.

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