Creo que es en Trubia donde, escondida entre malezas, olvidada por las memorias pero guardando la esencia de quien la erigió observa el paso del tiempo una pequeña iglesia, de planta redonda, la planta redonda de las construcciones templarias. Una joya de la historia caida en el olvido y, lo que es peor, la indiferencia.
Creo que es en Trubia donde, escondida entre malezas, olvidada por las memorias pero guardando la esencia de quien la erigió observa el paso del tiempo una pequeña iglesia, de planta redonda, la planta redonda de las construcciones templarias. Una joya de la historia caida en el olvido y, lo que es peor, la indiferencia.
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