El pasado jueves día 8 de octubre, se podía leer en la portada de un periódico, en su edición de las cuencas, el siguiente titular: El Boquín, un colegio con menú musulmán en el Entrego. Dicho colegio público, sirve un doble menú. Si alguno de los platos elaborados para los alumnos que comen en el centro lleva cerdo, es sustituido por otro que respete las tradiciones y las costumbres musulmanas.
Me pregunto yo después de leer este artículo, ¿Qué es que los alumnos que sean vegetarianos por costumbre, no tienen menú especial?, ¿Qué pasaría si nosotros estuviéramos en sus tierras estudiando en sus escuelas?. ¿Acaso ellos realizarían menús especiales para cristianos, paganos o ateos?. O mejor aún, ¿según de que parte fuéramos nos ofrecerían una alimentación más mediterránea o menos?.
Se ve que cada vez estamos perdiendo más nuestras costumbres y tradiciones y estamos aceptando otras sin rechistar. Acaso ellos respetarían nuestras costumbres y tradiciones en su tierra, cuando ya casi ni las respetan en nuestros propios hogares. Y luego se habla de tolerancia y de igualdad.
En el caso del articulo mencionado antes, no seria mas igualdad que todos comieran lo mismo. Eso sí, a no ser que fuera un problema de salud, y por dicha causa no pudiera consumir ciertos alimentos. Aunque si el chico fuera “autóctono” ni se preocuparían de él. Un simple problema de salud o alergia a algún alimento no es nada, para que de verdad cambien algo debes de ser o de otra etnia, otra nacionalidad o raza distinta. Entonces la cosa cambia, no vayan a tratar de racista o xenófobo al organismo correspondiente.
Bueno dejando a un lado los menús y los colegios, pero siguiendo con los temas de igualdad y respeto sin distinciones. Quería hacer mención a la campaña de concienciación que el ayuntamiento de Gijón desarrolló el mes de mayo del año pasado que corresponde a las XI Jornadas de Diseño Grafico Motiva´08 y que contaron con el apoyo de IDEPA (Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias), la Obra Social y Cultural de CajAstur y la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias.
Estos eran los carteles que se podían visionar por Gijón hace poco más de un año:
En estas cosas se gasta el dinero de los contribuyentes para generar la igualdad y la integración. Que es que en este cartel se muestra algún respeto a cierto colectivo de la sociedad y nos indica que todos somos iguales. Me parece que se hace una clara distinción de sexo, raza, religión, condición sexual e incluso se toma la libertad de catalogar la capacidad intelectual. Y si la cosa cambiara. Pongamos un ejemplo contrario e imaginemos qué pasaría si alguna administración pública o particular lo colocase a la vista de todos. Imaginemos un letrero que rezase: “Soy blanco, soy cristiano, soy heterosexual y soy decente; el diferente eres tú, imbécil”. Sin duda el letrero en cuestión tendría razón en afirmar que en España lo “diferente” es que no sea lo que se afirma, sobrando el “imbécil”, puesto que el hecho que alguien sea diferente no significa que vaya a ser imbécil. Si un letrero así apareciese en las calles enseguida tendríamos a todos los buenrollistas ladrando y rebuznando con su grito de guerra habitual: “racistas, xenófobos, nazis”
“De fuera vendrán y...
... pronto esta frase nos dirán."
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