Aunque existen varias teorías para explicar la etimología de la palabra hórreo, parece lo más propio que derive de la palabra latina horreum cuyo significado es granero, esta fue de siempre su principal función. De todas formas antiguamente se escribía sin hache lo cual llevó a pensar que derivase del latín orrodeo con el sentido de erigir.
Definiremos el tipo asturiano, en clara diferenciación con el resto de tipologías que se dan en la península, como una edificación de paredes hechas de tablas de madera colocadas verticalmente y sostenidas sobre vigas, erigida sobre cuatro pies con muelas que cortan el paso a los roedores y con el tejado a cuatro aguas repartiendo su peso por igual sobre las cuatro paredes. En muchos casos se dan excepciones.
En cuanto a su origen , algunas lo sitúan antes de la romanización: origen palafítico o protohistórico, sin embargo en ninguna excavación hasta el momento se han encontrado restos que puedan ratificar esta hipótesis. Puede suponerse que deriva de construcciones romanas, los romanos ya edificaron graneros elevados sobre columnas con el fin de conservar los alimentos. Incluso hay quien sugiere que fueron los visigodos sus introductores en la península Ibérica. Se baraja tambien la teoría de la evolución de un tipo arcaico de cabaceiro realizado con varas entretejidas de forma similar a algunos cestos (llamado cebatu en Asturias) hacia el edificio de madera que hoy conocemos. Esta parece ser la manera más lógica de entender su nacimiento, independientemente del introductor de las formas primitivas; en el siglo catorce alcanza la perfección en su desarrollo y evoluciona mínimamente en los siglos que siguieron sin perder lo sustancial
Su principal función es la de guardar los alimentos generados y consumidos en casa, al fin y al cabo durante siglos existió una economía de subsistencia donde los alimentos consumidos eran mayormente los producidos en la misma casa. Tres tipos de alimentos se almacenaron en él, en su interior y exterior se guardó la producción agrícola, escanda, centeno, manzanas, castañas y otros frutos, patatas, maíz, cebollas, fabes etc., el producto lácteo por excelencia, el queso, que da nombre a una de sus partes y los productos cárnicos derivados de la matanza anual que permiten su conservación, chorizos, morcillas, jamones y cecinas. En talameras o tenovias es frecuente ver colmenas o truebanos para la producción de miel.
En caso de ser necesario sirvió en muchas ocasiones de dormitorio, no era raro ver una cama en su interior. En el suelo y a cubierto se guardó tradicionalmente el o los carros, modernamente es muy normal que, ante la falta de estos, su espacio sea ocupado por el coche o el tractor. Igualmente debajo de él es frecuente ver un banco de carpintero u otras herramientas de profesiones tradicionales, es un pequeño taller a cubierto de la lluvia, por esta misma razón alberga el tendedero en días lluviosos o la leña troceada para todo el invierno. No son pocos los hórreos llenos de muebles o todo tipo de cosas inservibles, es muy normal usarlos de trasteros. En los que poseen cierre en su parte inferior, además de para todas estas funciones, este espacio fue utilizado como cuadra o gallinero.
Definiremos el tipo asturiano, en clara diferenciación con el resto de tipologías que se dan en la península, como una edificación de paredes hechas de tablas de madera colocadas verticalmente y sostenidas sobre vigas, erigida sobre cuatro pies con muelas que cortan el paso a los roedores y con el tejado a cuatro aguas repartiendo su peso por igual sobre las cuatro paredes. En muchos casos se dan excepciones.
En cuanto a su origen , algunas lo sitúan antes de la romanización: origen palafítico o protohistórico, sin embargo en ninguna excavación hasta el momento se han encontrado restos que puedan ratificar esta hipótesis. Puede suponerse que deriva de construcciones romanas, los romanos ya edificaron graneros elevados sobre columnas con el fin de conservar los alimentos. Incluso hay quien sugiere que fueron los visigodos sus introductores en la península Ibérica. Se baraja tambien la teoría de la evolución de un tipo arcaico de cabaceiro realizado con varas entretejidas de forma similar a algunos cestos (llamado cebatu en Asturias) hacia el edificio de madera que hoy conocemos. Esta parece ser la manera más lógica de entender su nacimiento, independientemente del introductor de las formas primitivas; en el siglo catorce alcanza la perfección en su desarrollo y evoluciona mínimamente en los siglos que siguieron sin perder lo sustancial
Su principal función es la de guardar los alimentos generados y consumidos en casa, al fin y al cabo durante siglos existió una economía de subsistencia donde los alimentos consumidos eran mayormente los producidos en la misma casa. Tres tipos de alimentos se almacenaron en él, en su interior y exterior se guardó la producción agrícola, escanda, centeno, manzanas, castañas y otros frutos, patatas, maíz, cebollas, fabes etc., el producto lácteo por excelencia, el queso, que da nombre a una de sus partes y los productos cárnicos derivados de la matanza anual que permiten su conservación, chorizos, morcillas, jamones y cecinas. En talameras o tenovias es frecuente ver colmenas o truebanos para la producción de miel.
En caso de ser necesario sirvió en muchas ocasiones de dormitorio, no era raro ver una cama en su interior. En el suelo y a cubierto se guardó tradicionalmente el o los carros, modernamente es muy normal que, ante la falta de estos, su espacio sea ocupado por el coche o el tractor. Igualmente debajo de él es frecuente ver un banco de carpintero u otras herramientas de profesiones tradicionales, es un pequeño taller a cubierto de la lluvia, por esta misma razón alberga el tendedero en días lluviosos o la leña troceada para todo el invierno. No son pocos los hórreos llenos de muebles o todo tipo de cosas inservibles, es muy normal usarlos de trasteros. En los que poseen cierre en su parte inferior, además de para todas estas funciones, este espacio fue utilizado como cuadra o gallinero.
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